miércoles, abril 15, 2009

El Evangelio según Rebel Pose!


A veces suelo cuestionarme mi falta de fe, la que regularmente asciende a cero. Situaciones extremas me plantean dudas, pero de manera inmediata aparecen las contrapreguntas, y las dudas se despejan rápidamente. Mi impresión es una sola, la rigidez del yugo cristiano reprime cualquier disyuntiva que pudiera generarse ante dudas que surgen y que son naturales en los seres pensantes. La severidad del dogma no deja mergen de error e intenta imponernos doctrinas desarrolladas hace centurias en un contexto radicalmente opuesto al que rige nuestras vidas.



E irremediablemente surge la interrogante ¿Por qué las grande basílicas se dispersan en pequeñas capillas improvisadas bajo nombres y conceptos tan similares, que más bien parecen una discrepancia en la traducción que contraposiciones ideológicas irreconciliables entre sí? y la respuesta es tan obvia como la pregunta. La necesidad de esperanzas de la gente es la misma, esa angustia por aferrarse a algo abstracto q no ponga en dudas la calidad de sus plegarias, que no cuestione la condición de sus súplicas y que sobre todo les conceda la ilusión de una promesa más optimista.

Desde los inicios, la religión católica ha sido intervenida y manoseada por el juicio y la perversión de la mente humana. Se ha limitado la información y se ha plasmado de tal manera de mantener el rebaño compacto, proporcionado, sin alteraciones que pudiesen poner en peligro el orden y la jerarquía establecida. Grados inventados y que no tienen mayor relación con la fe. No por negarnos a necesidades completamente humanas vamos a llegar primeros al paraíso. Todos merecemos llegar a ese lugar, si es que existe, una oración más no nos hace merecedores de algo que debemos construir durante toda nuestra vida.

Tampoco debemos condicionar nuestras acciones. El cielo y el infierno son claramente una creación de los que quieren controlar todo. Nos hacen creer, nos mantienen ocupados profesando, manteniéndonos ignorantes, ausentes, abúlicos de la realidad, mientras toman las decisiones que benefician a unos pocos, a los de siempre, a los que tienen el cielo ganado, o más bien comprado, porque el dinero todo lo compra, eso es inevitable, basta con conocerlo para caer en su hipnótico juego de querer siempre más. Y entramos en un círculo vicioso que no hace más q corroernos y evitar que tengamos una vida plena, las necesidades se hacen una necesidad (valga la redundancia), nunca son suficientes, nunca están satisfechas, y de eso se trata, es el juego, es la vida.